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¿Qué pasa cuando quiebra un proveedor de servicios críticos?
Recientemente en Inglaterra colapsó Carillion, un conglomerado de empresas, la cual tenía contratos con el Gobierno (construcción, gestión de hospitales y prisiones, provisión
de comedores escolares, entre otros servicios públicos). A pesar de que era conocido que Carillion tenía dificultades (problemas en flujo de caja por contratos con poco margen, más atrasos en las entregas), el hecho es que continuaron con su estrategia de participar en licitaciones y seguían resultando adjudicados, hasta que sucedió lo inevitable. Ahora el Gobierno enfrenta los problemas de continuidad en esos servicios, a la vez que los nuevos proveedores –con justa razón- probablemente cobrarán más caro.
Les compartimos dos reflexiones: la primera de Abby Sample sobre qué tan cierto era que no se podían excluir de licitaciones por su situación financiera (blog del 18 de enero 2018, disponible aquí) y la segunda de Albert Sánchez-Graells sobre gestión de riesgos sistémicos en las compras públicas, disponible aquí.
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